Hay un amor...
My favorite from Spencer Tunick.
Hay un amor que te hipnotiza, que te martiriza, y dentro de esa neblina espesa y estupefaciente, eres feliz.
Hay un amor que te libera, te release, te deja volar...Tan, tan lejos que te vuelve como el pájaro que de tanto jalar la cadena, termina rompiéndola, dejando como resto, el grillete cuarteado colgando de una de sus patas.
Hay un amor que te doblega, te sodomiza, te mantiene con el cuello al suelo bajo una bota sucia que te ahorca con cada paso en falso...En "falso".
Hay un amor que no es amor, solo es un sentimiento pasajero, sucedáneo de algo real, un orgasmo sentimental más efímero que los "11 minutos" (A quién satisface eso?).
Hay un amor que te hipnotiza, que te martiriza, y dentro de esa neblina espesa y estupefaciente, eres feliz.
Hay un amor que te libera, te release, te deja volar...Tan, tan lejos que te vuelve como el pájaro que de tanto jalar la cadena, termina rompiéndola, dejando como resto, el grillete cuarteado colgando de una de sus patas.
Hay un amor que te doblega, te sodomiza, te mantiene con el cuello al suelo bajo una bota sucia que te ahorca con cada paso en falso...En "falso".
Hay un amor que no es amor, solo es un sentimiento pasajero, sucedáneo de algo real, un orgasmo sentimental más efímero que los "11 minutos" (A quién satisface eso?).
-Solo apto para mediocres-.
Hay un amor que estira y afloja, que te interesa e interesas, del cual dependes y dependen, cuyo final es tan doloroso que bien pareciera un bisturí sobre tu piel sin anestesia, este amor tiende a terminar en cirugía mayor, todo el tiempo.
Hay un amor que te endulza la mirada, la fotografía de la pareja-i-de-al, te remonta a la casa de las muñecas, con el glamour de 1950, tú de crinolina y él de boina y chaleco, cuyos interiores son tan fríos, tan arquetipados, que igual tienen sexo que comida con los Verástegui-Zataráin...Es más, se divierten en lo último.
Hay un amor en el que tú ERES el amor, y él, es el recipiente que lo CONTIENE.
Hay un amor que estira y afloja, que te interesa e interesas, del cual dependes y dependen, cuyo final es tan doloroso que bien pareciera un bisturí sobre tu piel sin anestesia, este amor tiende a terminar en cirugía mayor, todo el tiempo.
Hay un amor que te endulza la mirada, la fotografía de la pareja-i-de-al, te remonta a la casa de las muñecas, con el glamour de 1950, tú de crinolina y él de boina y chaleco, cuyos interiores son tan fríos, tan arquetipados, que igual tienen sexo que comida con los Verástegui-Zataráin...Es más, se divierten en lo último.
Hay un amor en el que tú ERES el amor, y él, es el recipiente que lo CONTIENE.